Este libro es un viaje. Cada uno de sus componentes apela a la memoria y a la sabiduría de la lectura: la que hacemos a lo cotidiano, a los secretos de la carretera, a los signos del amor o al misterio mismo que aguarda en el arte.
Nathaniela Montilla Querales apuesta por un volumen transgenérico que enriquece la historia que la contiene. Entre sus páginas, el lector encontrará vivencias que hacen uso de diversos géneros para llevar una mayor carga emocional. Es decir, quien se adentre en este libro no dudará en disfrutar una aventura en el recuerdo.
Joan García comenta sobre este libro: «En sus cavilaciones coloca las ideas para ser admiradas, el lugar del que se parte al lugar al que se regresa, una condición telúrica de la emoción emancipada de la razón por voluntad propia, que permite distraerse en el follaje, la montaña y el río, para describir su propia convicción, para juntar con aquellos elementos una idea: la esperanza.»
Acá las gardenias no son las únicas que murmuran, lo hacen también todos los recuerdos que reverberan en la hermosa voz de quien recita cada una de sus palabras contenidas.